69 escalones

69 escalones
69 para subir, 69 para bajar. Alguna vez, por pura vagancia y coincidiendo con día de descanso y que hacía un dia de perros, ni he salido de casa, pero lo compensan otros días que he tenido que subir y bajar varias veces. 69 arriba, 69 abajo, 138 al día, 4.140 al mes...50.370 al año.

Hoy, 5 años y medio más tarde, puedo asegurar que entre subida y bajada han sido 277 mil (y pico) escalones. Pero ni uno más. Ayer día 24 por fin me los he quitado de encima (o de debajo, más bien). Se acabaron los partidos al PES que comenzaban con los Ferbasten Bros ya agotados antes de tocar el balón siquiera (y eso que aún son jóvenes); se acabó alquilar la polea para subir al pequeño Nicolás cuando nos visite desde Suiza con sus papis, la guapa Elena y Alex (aka "El puto franchute"); ya podré devolverles las mega-pizzas de cebolla a la familia Riva y por fin puedo organizar partidas decentes al Catán & Cia sin tener que estar apretujados (cuenta atrás para una partida al Galáctica, que ya tengo a 3 con más ganas que yo).

Pero primero toca lo jodido...la mudanza: 28 cajas tengo ya repletas de cosas y las que quedan...y no parece que haya cambiado el paisaje dentro del piso, solamente que no se puede andar ya por casa sin tropezar constantemente, sobre todo por la noche. Y si no he contado mal, ésta es la 6ª mudanza en menos de 10 años, así que espero tardar mucho tiempo en volver a cambiarnos, a no ser que nos toque la lotería. Eso sí, como dice mi queridísimo (y pronto ex-)vecino, el Sr. Quintana, cuando casi se gana la hostia del siglo, por sus comentarios, como nos mudamos es que "vamos pa ricos", pues no entiende por qué nos vamos de ahí, después de pelearnos durante 5 años por poner un ascensor.

Ahora empieza la cuenta atrás...14 días para "abandonar la casa", pero en cuanto estemos bien instalados invitamos a todos los asiduos lectores de este blog, que no han parado de enviarme e-mails por dejarlo de lado estos últimos meses, a un pinchoteo de inauguración.

¡Manos a la obra!